introduce parte de la célebre pieza "Romeo y Julieta" de Prokofiev, armonizando la telúrica teatralidad de una serie de mujeres coléricas en blanco y negro asomadas en las ventanas abiertas de un mismo edificio, viendo surgir poco a poco su misma imagen a color, de la cólera al brío tras cerrar sus ventanas. Este es un ejemplo de desapropiación crítica de la obra de Prokofiev, pero de un modo tan elegante que una se olvida del hecho.
"Egoiste platinum" de 1993, recupera el espíritu de su anterior anuncio esta vez caracterizado de un modo no menos elegante, cediendo el protagonismo al hombre y omitiendo esta vez a la mujer:
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